Acerca de mí

jueves, 2 de febrero de 2012

El cumpleaños de Alejandra


Lejos quedó el casamiento cuando cayó un mail con el aviso :Cumplo 52.
Opalalá!!!! Amiga cuidadito con las hormonas.
Las mujeres se vuelven locas a partir de los cincuenta.
Se encoge todo menos o más o más o menos elcerebro.De las tantas estrecheces suele salvarse la amígdala, responsable única de las rastas de nuestras emociones dislocadas.
Qué locura aquella noche mi querida Ale!!!!
Qué de birras al compás de una luna indecisa.
Qué alegría la tuya!
¡Qué emoción la nuestra!
Qué regalo en esta foto a pura risa, una noche de enero de este 2012.
Mi deseo es que la locura que te anima se duplique, que la sensibilidad creadora de tus manos se haga obra, que los versos y los cuentos cobren forma y le chantes de una vez por todas tu delgada firma.
Te quiero Ale.
Te queremos.



Si no existiera
el verbo
yo sería
una extraña
en el silencio

viernes, 27 de agosto de 2010

El casamiento de mi amiga, Alejandra


Una niebla de mil diablos. Olvidé el calefón encendido , de manera que, al volver la cocina estaba inundada y la casa en pie por el milagro del casamiento.
Por tercera vez.
Es de no creer.
La mujer de los tiles bellos y los ojos como almendras azulverde, dijo sí al hombre de mirada azul.
Hay que tener coraje para escuchar por tercera vez los códigos de la convivencia, las promesas de mil amores, del vivir para siempre hasta que la muerte los separe, el habitar la misma casa y palabras palabras palabras hasta el: los declaro marido y mujer.
Lo peor o lo mejor, es que mi amiga, lloraba. El rimel o el lápiz delineador chorreaban como sus lágrimas.
Se casaba.Se lo habían pedido.
Había sucumbido en las dos veces anteriores a circunstancias endiabladas que desconozco. De ambos matrimonios surgieron cuatro frutos que para que no haya problemas de repartija,de gananciales y propios, fueron dos del primer matrimonio y dos del segundo. Gracias a Dios, para este tercero está fuera de combate, no por edad, sino porque creo que el útero está lleno de líquenes y de algas.O se habrá ligado las trompas,yo qué sé.
Saco rojo,pantalones negros.
Saco azul pantalones grises.
Adivinen quién es quién.
Eran.
Terminada la somnolencia digo la solemnidad del acto leído por la voz monótona de la encargada de las firmas y los sellos, la mujer de los tiles bellos se había convertido en señora por raíz cúbica de tres.
No puedo negar la emotividad de la niebla, de la calle de tierra, de los árboles-testigos, de la sonrisa de Alicia y la mía, por qué no.
No pudimos dejar de acompañarla hacia la tierra que habita con un velero encallado que me sacudió el recuerdo.
De la nada,estos dos, habían hecho el todo.
La precisión de Alejandra se notaba en la unión de las fisuras ;el cariño de él en los leños encendidos para que ella, nunca más, tuviera frío.
El resto era puro proyecto y futuro al amparo de los perros guardianes de la casa y el afecto.
Hoy, viernes 27 de agosto,con una niebla endemoniada, se ha casado mi amiga con la cual no siempre me llevo bien.Somos tercas e inteligentes y eso es un peligro porque las palabras a veces son chispas , y otras, una cierta ternura .
Somos eso.
Y mucho más, seguramente.
Acostumbrada a vivir al garete, su equipo asesor "Mafalda vs.Jaimito" compuesto por el Excelentísimo Escribano Alfredo Di Bernardo (www.algoasicomounpadre.blospot.com), la reincidente esposa POR TERCERA VEZ CREASE O NO FORMA PARTE DEL GRUPO , mi amiga, y narradora y escritora y pintora (terminá Quiroga, por favor) y escultora Alicia Barberis; Gabriela,la mujer del Flaco cooperadora inevitable y audioescucha de las charlas semierotizantes y criticantes y espeluznantes del equipo, y el agregado de último momento www.satencereza.blogspot.com OLALALA Profesor en Letras, abortado estudiante de derecho mi amigo y escritor Miguel Angel Gavilán y yo, PRESENTE , retomo, Alejandra, acostumbrada a vivir al garete y al qué me importa le hicimos comprender la necesidad del arraigo. Uno no puede volar todo el tiempo le dijimos una noche de cerveza donmarquiana, hay que frenar, ya no tenés veinte años ( para esto Mafalda y Jaimito se mataban de la risa porque los integrantes del grupo habían perdido su locura para transformarse en padresadultosconsejeroshacemecasoyoseporquetelodigo amén.
Ninguno porque conozco a esos hijos de perra, y me conozco, estábamos convencidos de lo que le decíamos, pero teníamos la cancerbera idea de que los pies de Alejandra tenían que tener y para siempre, un piso de malvones blancos ,porque estaba bueno vivir al me chupa un huevo, pero a veces uno se inclina y no sabe por, luego se levanta y tampoco sabe bien por, lo único que se sabe es que el tiempo se va se va se va la barca se va se va el vapor y era humano que los tiles tuvieran su definitivo cielo en la locura inteligente de Alejandra.
Te celebro en este mediodía. Con tus cuatro alegrías del hogar y los futuros malvones blancos que robaré de cuanto cantero encuentre a tiro, y lo haré porque te quiero Alejandra, porque te queremos.
¿Te cabe alguna duda?

lunes, 2 de agosto de 2010

Gracias,Miguel

sábado 24 de julio de 2010
Poemas de Silvia Braun


Anaïs Nin, en el tomo IV de sus “Diarios”, dice algo que me encanta:”Lo que tiene que decir el poeta es tan frágil como la nieve, pero tan poderoso como el diluvio”. Tu poesía Silvia se corresponde hermosamente con esta afirmación rotunda. Las protagonistas de tus poemas componen poderosos y a la vez frágiles arquetipos románticos. “Tus mujeres”, a las que le fabricás una piel, unos ojos, una alegría deshojada en sexo, son aproximaciones a un absoluto: La mujer. En tu blog (www.braunsilvia.blogspot.com) acompañado de hermosas fotos impúdicas y discretas, se devela el desconcierto, el anhelo de presentar esa mujer que, por imposible, se vuelve verdadera.
Leo tus poemas y se me aparece otra Silvia. No la narradora de historias inconfesables, de amores abruptos más allá de la memoria, de señoras que son tan señoras. Otra. Una llena de campanas, de arrebatos, de locas marejadas en un mar de cobijas y pasiones.
Vos decís:”Hasta/ que no me/desnudes/seré otra” o “Hay una sombra/En mi memoria/Que oficia su eterna reverencia/En el vacío exacto/De la herida”.
En tu poesía hay una femineidad rota que la palabra reconstruye, una identidad perdida que la cama no completa. La voz anunciadora, tu voz, anhela ser la que no es pero al mismo tiempo no dejar de ser ella misma. En esa dualidad perenne, armás otras “Silvias” y las derribás. Entre los fragmentos de tu destrucción, das vida a nuevos femeninos destruibles. “Amaso la mitad de la mujer/Que me mira./La nazco de barro/Con ojos de topacio/ Y boca de cencerro./La modelo una vez más./Acabo el filo de sus cejas/El ángulo izquierdo del ojo./El barro reluce./Mis manos estallan/Sobre sus senos/Arqueo su cintura/Envuelvo el pubis/La cadera/Las columnas de sus muslos/Encadeno los tobillos./El barro cruje/Se parte/Se resiste/Se encabrita./El cuerpo se tensa/Se endurece/ Se retuerce./Y me decido”
¿A qué te decidís amiga mía? ¿A ser vos, la que crea, o a ser definitivamente otra que te habita?
Me gusta tu poesía por lo que elude porque al no decir, ese silencio habla por demás, perfila lastimaduras interiores, es desprotegidamente humano.
Siempre estamos viendo el mismo atardecer querida Silvia. Aunque alguno se nos antoje más hermoso que otro. Siempre escribimos el mismo gesto de palabras: un único poema de por vida; una vida en un solo poema.
Publicado por Miguel Ángel Gavilán en 08:13 1 comentarios

domingo, 25 de julio de 2010

Mi poesía:8





Mi pupila se enciende
Después de haber espiado
Cómo tu espalda se arquea
Sobre mi silencio.
Mi sangre lucha
Y se divide
Mientras
En vano
Me recorres.

sábado, 24 de julio de 2010

Mi poesía: 5





Amaso la mitad de la mujer
Que me mira.
La nazco de barro
Con ojos de topacio
Y boca de cencerro.
La modelo una vez más.
Acabo el filo de sus cejas
El ángulo izquierdo del ojo.
El barro reluce.
Mis manos estallan
Sobre sus senos
Arqueo su cintura
Envuelvo el pubis
La cadera
Las columnas de sus muslos
Encadeno los tobillos.
El barro cruje
Se parte
Se resiste
Se encabrita.
El cuerpo se tensa
Se endurece
Se retuerce.
Y me decido.

martes, 20 de julio de 2010

Mi poesía:43




Hasta
que no me desnudes
seré otra.

Mi poesía:31



Pulso la geometría de tu cuerpo
Indefensa
Ante la infinita
Dimensión de la soledad.

viernes, 16 de julio de 2010

Mi poesía:27





No quiero resignar
La infinita posibilidad
De ondular mi espalda
Sobre el vientre del mundo
Y espiar al único ojo
Que agita
Sobre mis párpados
La urgencia
Que te nombra.

jueves, 15 de julio de 2010

Mi poesía:40





Hay una sombra
En mi memoria
Que oficia su eterna reverencia
En el vacío exacto
De la herida.

Mis cuentos:Eunice




A todos aquellos que señalan con el dedo y no entienden nada o tienen miedo Tendrían que saber de qué y por qué. Al que le quepa el sayo ,pues ,que se lo ponga...



No quiero que te juntes más con esa chica.
Por qué.
Porque no me gusta.
Eunice es buena.
No basta, tiene algo raro, no quiero que estés con ella- dijo mi madre.
Eunice era rara, sí. De lejos no se sabía si era hombre o mujer..
Así que ya sabés.
Sí, mamá. No voy a pasar más la tarde con ella, le diré que no venga más a casa, que no hable más por teléfono, yo tampoco iré , qué más querés.
Que te la saques de la cabeza.
No podía, porque Eunice estaba en mí todo el tiempo, Desde el día que la crucé en el patio de la escuela y me clavó una mirada azul y me sentí protegida no sólo de mi madre sino del mundo.
Me llamó la atención su manera de caminar, decida y varonil, la forma de sostener el cigarrillo me recordaba a mi padre, todo en ella era extraño, no había formas de mujer.
Cómo te llamás, me preguntó.
Dolores.
Se te nota.
Qué.
Los dolores.
Adónde.
En todo.
Era verdad. Mi madre me dolía con su dureza, con su lejanía, con sus enojos de todos los días, cualquier cosa la sacaba de quicio. Pienso que fue desde que se separó de papá y yo pasé a ser una pelota que iba de arco a arco, en uno estaba ella y en el otro, él.
Si cuando estaban juntos la vida era un infierno, desde que se divorciaron fue peor, por lo menos para mí. Yo les molestaba a los dos. Así que mi niñez y mis primeros andares en la adolescencia estaban llenos de temblores , de pequeños miedos , de una piedrita que me apretaba el corazón sin que hubiera una mano caricia.
Fue cuando apareció Eunice.
Bastó que me mirara para saber que quería estar con ella siempre.
Mitad hombre, mitad mujer. O como las leyendas que nos contaba la profesora de Historia donde había mujeres con cola de pez y ojos de palomas que a la hora de los fuegos se transformaban en halcones.
Mi madre la agredía con palabras que se estrellaban contra una Eunice silenciosa que se apoyaba en la puerta de mi casa para preguntarme cómo estás y yo entonces le contaba.
No entendía por qué Eunice podía ser un peligro para mí. ¿Peligro de qué y por qué?
No te das cuenta cómo es gritó mi madre.
Pensé que no era culpable de su altura descomunal, de sus hombros cuadrados, de la falta de senos, de sus caderas estrechas y sin formas, de la nuez de Adán que sobresalía de su cuello. Nunca se le vieron las piernas y en el colegio se corrió la voz de que había nacido llorando y que tenía una enorme cicatriz que iba desde el talón hasta la cintura y que esa era la razón por la cual no usaba polleras.
Y tené cuidado porque te va a llevar por mal camino.
A los doce años lo único que se desea es el amor y yo no tenía nada .Y nadie me explicó cómo era un mal camino. Tampoco me dijeron cómo era el bueno.
Mi madre amenazó: te voy a llevar a un psicólogo porque cuando te llamó anoche por teléfono yo escuché.
Que escuchaste mamá.
Cómo cambiaba tu voz, ¿sabés, lo que parecías?
No.
Una mujer enamorada o no te das cuenta de lo que te pasa. Ya mismo voy a hablar con el psicólogo.
Hola doctor.
Hola Dolores.
Querés contarme.
No sé qué doctor, mi madre odia a Eunice porque dice que se parece a un hombre Y que yo estoy enamorada de ella. Amenaza con encerrarme pupila, y hablar con la directora.
Y vos, que sentís.
Que me duele el corazón, tengo una piedra acá doctor, un peso y cuando Eunice me escucha me saca la piedra.
Con sólo escucharte.
Con estar cerca, nada más que eso .
Y qué es estar cerca para vos.
No lo puedo explicar , pero la necesito y ella también. Mi madre me tortura con cosas que no entiendo pero me asustan.
Tranquila Dolores. Hablaré con ella.
No entiende doctor. No escucha.
¿Qué me pasa doctor, qué tengo?
Un corazón que galopa.
Y qué hago.
Déjalo andar.
Y me fui.
Mi madre siguió con sus amenazas y sus insultos.
Con Eunice tocamos la piel de los árboles, remontamos un barrilete hecho con plumas verdes, pusimos una naranja azul sobre un mantel blanco, caminamos calles largas tomadas de la mano, me dijo que nunca había querido a nadie como a mí, y que al igual que yo, tampoco podía entender.
En el colegio nos empezaron a mirar como si fuéramos una peste. Nos echaron.
Mi madre acusó a Eunice Miranda de homosexual.
A pesar de las amenazas, Eunice me siguió esperando en la puerta de casa para preguntarme siempre lo mismo.
Y el tiempo pasaba entre rugidos y silencios.
Han pasado quince años desde que me dijo te quiero.
Mi madre me echó tan sólo porque una tarde cerré la puerta de la casa y abrí una ventana que da al mar para mirar cómo Eunice Miranda suelta globos azules entre las olas.
Silvia Braun

miércoles, 14 de julio de 2010

Mi historial de vida: fragmento 2


Soy obstinada. En aquellos días terribles en donde tenía que resolver la cuestión de los dólares hubiera resultado más fácil tomar el teléfono y decirle al profesor Larsen que por favor hiciera las cuentas por mí , pero no, puse mi energía y la masa gris disponible en llenar hojas y más hojas con mi fabuloso lápiz de grafito en jornadas interminables donde al convertir los dólares en pesos el resultado fue no sólo inexplicable sino excesivo.
Fue justamente el exceso lo que me hizo consultar a Larsen.
Es bueno ser obstinada y excesiva. Pero no para estos casos.
La calculadora era un objeto inútil y mi cerebro más inútil aún.

Volviendo a las amígdalas, al avanzar en la lectura supe que eran dos bolsitas a los costados del cerebro y que posiblemente fueran las culpables de que tuviera tantos problemas.
Llegar a la mitad de la vida para descubrir esto me parecía penoso.
No recordaba que en el colegio me hubieran enseñado que, además de las dos amígdalas ubicadas en la garganta, poseíamos otras dos, una a cada costado del cerebro y que eran las responsables de todo lo que me ocurría sobre todo en la parte emocional, en mi ceguera emotiva.
Por fin había encontrado un culpable.
Todos mis desaciertos obedecían a una falla en las comunicaciones cerebrales porque hay un atajo desde el tálamo hasta la amígdala que evita la neocorteza y entonces saltan los fusibles.
Imaginaba una torre eléctrica cruzada por interminables y complicados cables que no entraban en contacto en el momento justo y eran responsables de mis desaciertos.
Mi cabeza y mi corazón no se entendían.
Mi razón cabalgaba por un lado y mis sentimientos por otro.
Cuanto más eficaz uno, más ineficaz el otro.
Inexplicablemente era feliz.

Mi poesía: 37






Hay alguien
Detrás del muro
Su sombra
Me devora
Y desaparezco.
Como al principio
De los tiempos.

Mi poesía:14






















Ardió tu nombre
Mi piel resplandeció
Y modelé
Tu máscara .

jueves, 8 de julio de 2010




Contra el muro de piedra
Vi el verde de tus ojos
Bajé los párpados
Para no ver.
La piedra se hizo muro
Y se acostó a mi lado
Para siempre.

domingo, 4 de julio de 2010

Mi poesía: Magia













Desmesura
es la magia
de tus ojos
girados
hacia el centro
de la luna
apenas un gemido
audible
en el verde tiempo
del abrazo.
Yo, apenas
soy la palabra
que me nombra.

Mi poesía 1


1

Dormitan barcazas
Sobre espumas de agua brava.
Dijo:
El tigre del insomnio me despierta
Navego tus pestañas
Y el borde vidrioso de tus muslos.
Un viento de sal
Pega en la orilla del recuerdo
Y sus manos como brasas
Encienden mi piel
Como si nada.

sábado, 3 de julio de 2010

Please


Espérenme...
Síganme...´¡no los voy a defraudar!!!
Estoy escribiendo a los tiros una novela que ya ,ya la termino.
A la par estoy esculpiendo un desnudo de 50 cm.
A la vez escucho música y destapo una Budweisser.
Por calle Avellaneda los pájaros se posan en la ventana y ven mis manos tercas sobre la materia incierta.
Picotean los vidrios, me anuncian que afuerita nomás está el sol y que hay que festejar la vida.
Me lo dicen justito que la esteca concibe la forma tristísima de una mirada.
Se van.
Pero sé que volverán, mañana.

No cualquiera puede




Para Alejandra Gianello

La encontré al filo de la luna, entre pacíficos metales y óxidos rutilantes. Bajaba una pendiente que diariamente la conduce al borde.
Pero ella no lo ve.
Tiene en los ojos dos pedazos de cuarzo, y sus manos pequeñas de uñas casi ralas transforman el barro en preciosismo.
Tiene una virtud en la voz o en la palabra. Pronuncia tiles, y todo se transforma en paredes de cobre, dice candil y la pared atravesada por una humedad rabiosa reluce entre las sombras de la tarde como una pieza gótica.
Cómo hacía para vivir era un misterio de su cabeza.
Sólo en esa intimidad de tejidos y neuronas una persona podía abandonar el pasado de tibiezas y lienzos para quedar dividida en pedazos de destierro y abandono.
¿Era una exiliada?
Quién podía asegurarlo si, en lugar de una mujer abatida por la precariedad, vi la imagen perfecta de una aristócrata, risueña y plácida en medio de una línea de tierra y agua con una luna interminable encima del paisaje. La rodeaban casas de adobe, con verjas hechas al qué me importa, empalizadas quebradizas y una vegetación desordenada, selvática ,pero a la vez organizada en la línea de hojas secas y amarillas que nadie barría ni acomodaba ni juntaba.
El desorden vegetal era una obra de arte.
La casa, en declive, tenía ventanas del color de las manzanas verdes, y adentro un jaleo de piezas a las que ella denominaba “únicas”. Y la palabra en su boca me recordó los cuadros de Van Gogh y uno podía ver la solitaria silla, el saco colgando de un clavo, su cama solitaria, los eternos girasoles, sus ocres y amarillos.
La vi andar y desandar los caminos, equivocar el rumbo, la vi con los párpados caídos de no saber por dónde ni para qué ni cuándo, pero también la vi con los ojos desmesurados y abiertos descubriendo la sorpresa de volver a vivir después de haber vivido.
Ahora era otra.
La anterior se movía entre partituras y atriles, disponía la mesa para la familia tratando de encontrar la clave de la perfecta melodía, del acuerdo entre el círculo y el cuadrado.
No la entendieron.
No pudieron o no quisieron.
Creo más bien lo primero porque no cualquiera puede sentir en la palma de la mano los crujidos de las hojas y el rumor del viento norte.
Sus paredes estaban forradas de libros que leía con avidez porque saber era para ella el principio y el fin último de todas las cosas.
Aquella otra parió, abrazó y contuvo , se movía estirando los pliegues, escudando los rincones, fue estatua de piedra con la fragilidad de un pez.
No la vieron.
No pudieron o no quisieron.
Creo más bien lo primero porque no cualquiera puede transformar las palomas y las violetas, se necesita cierto néctar en la boca para degustar la mirada y el tacto.
No supe de las sucesivas transformaciones de aquella otra, lo que sí, ésta que se mueve con tanta naturalidad entre alas de palomas y el cacareo de las gallinas me recuerda el vuelo sin par de las gaviotas.
No sé cuándo dejaron de interesarle las coordenadas perfectas para hacer sonar al aire las campanas de una libertad que ejerce sin consejos ni reproches.
Ya no se atreven a condenarla por la sencilla razón de que fue desnudándose de la culpa inicial que la marcó para siempre en el verde total de sus pupilas.
Y si la condenan, ella, se lava desnuda en el río que le corre ahí nomás.
Y si la olvidan, camina por el borde y se cuelga de la luna.
El ladrido de los perros en la noche le confirman que ahora es ella.
Sin teoremas.
Sin hipótesis.
Sin necesidad de demostraciones.
Ella se ha edificado con los pedazos de chamote que encuentra metiendo las manos en el río para hacer después el amasado y sus tiles o sus pìezas únicas.
No cualquiera puede hacerse estatua de sal con los despojos.
Gracias por existir Alejandra.

Un 5 de junio , caía la tarde, un lío para llegar, te dije sacá un pañuelo para encontrarte. Corre el 2009 y soy feliz porque te vi así, de esa manera.

jueves, 24 de junio de 2010

Blog suspendido por un tiempito



No puedo ser Dios que está en todo tiempo y lugar o en todos los lugares....no puedo estar escribiendo desde las 6 de la mañana en contra del reloj,no puedo pintar el cuadro que me pidió mi hija que encima SON TULIPANES , a mí no me sale una flor ni a pedido, y no puedo estar con el barro esculpiendo para la muestra de septiembre.....lo hago,pero mi blogcito está suspendido por el moment. Síganme,no los voy a defraudar,es decir..espérenme. Mujer laburando y matándose de risa,escribiendo sobre los amores de 1800 ...esta foto está tomada antes de que hiciera un homicidio:mecortéelpelo.Menos mal que me crece a 5 centímetros por hora y no estoy rubia sino "colorada". Ya vuelvo eh?

miércoles, 16 de junio de 2010

Bacilos. Tabaco y chanel

jueves, 10 de junio de 2010

Mis esculturas:Para Alejandra Niklison (In memorian -)1948/1976 Tucumán



Mis esculturas: Don Quijote





La pluma es la lengua de la mente. Autor Don Quijote

Mis esculturas: Pierna de bailarina ( partió a España)



Mi primer trabajo.Alguien lo amó desde más allá del océano.Partió en una botella verde llena de caracoles y espuma para protegerla del oleaje y delos vientos.Hoy funciona como sahumerio en una bella casa que da a un acantilado.

Mis esculturas:Tu homosexualidad






Tu homosexualidad

No te escribirán un epitafio sobre la tierra
hasta que vuelvas orgullosa del laberinto
fatigando al caballo con paso de amazona
sin ensuciar el traje virgen de los ángeles

Arrojan sobre tu homosexualidad las lanzas
damas fatigadas que besan el luto de la pólvora
ofendiendo al granito veteado de las lápidas.
Fernando Sabido Sánchez
Poema autorizado por el autor para pie de esta escultura. España

miércoles, 9 de junio de 2010

Mi historial de vida (fragmento 1)



Caramba caramba...historial de vida o vida plena de historias.
Para el caso da igual.
Es claro que hay una zona de mi cerebro que conspira en contra de mí.
Zonas enemigas que se pelean todo el tiempo: hemisferio derecho vs.hemisferio izquierdo.

Lo normal es que se complementen,pero en mi caso están en guerra.

Fíjense la peladita de la foto, está en brazos de su abuela y le da vuelta olímpicamente la cara a su madre que es la bella mujer que tiene un pañuelo en la cabeza tipo bandana.

Si había que pararse,yo,me sentaba.Pero no lo hacía por rebeldía, obedecía órdenes del hemisferio equivocado.Todo dolor cercano a mis amígdalas me espantaba por esa cuestión de quedar indefensa y volverme loca o disminuida mental.

Pensé que ciertas zonas oscuras de mi parte intelectual se debían a la deformación deesas bolsitas que solía examinar con un espejo.
De ahí sorpresa cuando leí sobre la inteligencia emocional que parece que no tiene nada que ver con la otra

No era hábil para manejarme en la vida, como tampoco lo era para las sumas ni las restas. ¡Ni hablar de las divisiones!
Abreviando: toda operación numérica era un problema insoluble.
La regla de tres simple fue indescifrable de manera que la aprendí de memoria.
No podía memorizarse lo que debía ser objeto de la razón. Así me fue.
Aún hoy dos más dos suele darme noventa. Así me va.
Lejos de preocuparme, la cosa me divierte.
Una defensa –dijo la psicóloga.
Pero que no funciona-agregué.

No era para menos.

Mientras mi infancia y gran parte de mi vida se perdía irremediable y feliz en los maravillosos cuentos de Poe, o Maupassant, mientras amontonaba libros, novelas, ensayos y dormía con ellos porque temía que me los robaran, la vida cotidiana, sus problemas, sus infinitas formas de resolución me exigían interminables horas para encontrar la respuesta adecuada.

Y daba vueltas sobre lo mismo sin encontrar la ruta.
Es una falla de mi cabeza.
Algo no funciona como es debido.
Eso pensaba.
Alguien me habló entonces de los hemisferios cerebrales , del derecho y del izquierdo y que la habilidad desarrollada en uno tornaba a las personas en creativas, con una desbordante imaginación y quienes habían desarrollado el otro lado eran excelentes matemáticos, seres lógicos y adaptados.

Más o menos esta era la idea que me había quedado de aquella larga conversación con el matemático Larsen en una despiadada jornada en la que inútilmente me quiso demostrar que para la conversión de dólares en pesos yo había perdido dos meses cinco horas, cuarenta minutos y tres segundos en operaciones sin sentido y que el error era simple: había multiplicado en lugar de dividir.

Se quedó paralizado, incapaz de un gesto de consuelo cuando lo abracé llorando y le conté que uno de los recuerdos más dolorosos y traumáticos de mi vida estaba relacionado con su maldita profesión porque en un examen de matemáticas fui la primera en entregar la hoja llena de cálculos y deducciones convencida no sólo de eximirme sino de haber sacado la nota máxima razón por la cual había dormido tres días seguidos, agotada de tanto memorizar las fórmulas.

El aplazo fue riguroso.

Había invertido las operaciones, pero lo que no se explicaba el profesor era cómo pude llegar al resultado correcto.

Al haber una falla en el procedimiento no puedo menos que aplazarla, agregó. Luego se dirigió a la puerta ,pero giró en forma repentina y dijo:
_ Usted me da lástima. Además de ser una memoriosa sorprendente, he descubierto lo que ha hecho en la segunda parte del examen. Y si no elevo una nota para que la sancionen es porque usted me da lástima ... me da lástima.

Y se fue repitiendo la palabra.

(fragmento de mi YO desfragmentado)

lunes, 7 de junio de 2010

Mis esculturas: Niña


Mis esculturas: Prohibido fumar