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viernes, 27 de agosto de 2010

El casamiento de mi amiga, Alejandra


Una niebla de mil diablos. Olvidé el calefón encendido , de manera que, al volver la cocina estaba inundada y la casa en pie por el milagro del casamiento.
Por tercera vez.
Es de no creer.
La mujer de los tiles bellos y los ojos como almendras azulverde, dijo sí al hombre de mirada azul.
Hay que tener coraje para escuchar por tercera vez los códigos de la convivencia, las promesas de mil amores, del vivir para siempre hasta que la muerte los separe, el habitar la misma casa y palabras palabras palabras hasta el: los declaro marido y mujer.
Lo peor o lo mejor, es que mi amiga, lloraba. El rimel o el lápiz delineador chorreaban como sus lágrimas.
Se casaba.Se lo habían pedido.
Había sucumbido en las dos veces anteriores a circunstancias endiabladas que desconozco. De ambos matrimonios surgieron cuatro frutos que para que no haya problemas de repartija,de gananciales y propios, fueron dos del primer matrimonio y dos del segundo. Gracias a Dios, para este tercero está fuera de combate, no por edad, sino porque creo que el útero está lleno de líquenes y de algas.O se habrá ligado las trompas,yo qué sé.
Saco rojo,pantalones negros.
Saco azul pantalones grises.
Adivinen quién es quién.
Eran.
Terminada la somnolencia digo la solemnidad del acto leído por la voz monótona de la encargada de las firmas y los sellos, la mujer de los tiles bellos se había convertido en señora por raíz cúbica de tres.
No puedo negar la emotividad de la niebla, de la calle de tierra, de los árboles-testigos, de la sonrisa de Alicia y la mía, por qué no.
No pudimos dejar de acompañarla hacia la tierra que habita con un velero encallado que me sacudió el recuerdo.
De la nada,estos dos, habían hecho el todo.
La precisión de Alejandra se notaba en la unión de las fisuras ;el cariño de él en los leños encendidos para que ella, nunca más, tuviera frío.
El resto era puro proyecto y futuro al amparo de los perros guardianes de la casa y el afecto.
Hoy, viernes 27 de agosto,con una niebla endemoniada, se ha casado mi amiga con la cual no siempre me llevo bien.Somos tercas e inteligentes y eso es un peligro porque las palabras a veces son chispas , y otras, una cierta ternura .
Somos eso.
Y mucho más, seguramente.
Acostumbrada a vivir al garete, su equipo asesor "Mafalda vs.Jaimito" compuesto por el Excelentísimo Escribano Alfredo Di Bernardo (www.algoasicomounpadre.blospot.com), la reincidente esposa POR TERCERA VEZ CREASE O NO FORMA PARTE DEL GRUPO , mi amiga, y narradora y escritora y pintora (terminá Quiroga, por favor) y escultora Alicia Barberis; Gabriela,la mujer del Flaco cooperadora inevitable y audioescucha de las charlas semierotizantes y criticantes y espeluznantes del equipo, y el agregado de último momento www.satencereza.blogspot.com OLALALA Profesor en Letras, abortado estudiante de derecho mi amigo y escritor Miguel Angel Gavilán y yo, PRESENTE , retomo, Alejandra, acostumbrada a vivir al garete y al qué me importa le hicimos comprender la necesidad del arraigo. Uno no puede volar todo el tiempo le dijimos una noche de cerveza donmarquiana, hay que frenar, ya no tenés veinte años ( para esto Mafalda y Jaimito se mataban de la risa porque los integrantes del grupo habían perdido su locura para transformarse en padresadultosconsejeroshacemecasoyoseporquetelodigo amén.
Ninguno porque conozco a esos hijos de perra, y me conozco, estábamos convencidos de lo que le decíamos, pero teníamos la cancerbera idea de que los pies de Alejandra tenían que tener y para siempre, un piso de malvones blancos ,porque estaba bueno vivir al me chupa un huevo, pero a veces uno se inclina y no sabe por, luego se levanta y tampoco sabe bien por, lo único que se sabe es que el tiempo se va se va se va la barca se va se va el vapor y era humano que los tiles tuvieran su definitivo cielo en la locura inteligente de Alejandra.
Te celebro en este mediodía. Con tus cuatro alegrías del hogar y los futuros malvones blancos que robaré de cuanto cantero encuentre a tiro, y lo haré porque te quiero Alejandra, porque te queremos.
¿Te cabe alguna duda?

lunes, 2 de agosto de 2010

Gracias,Miguel

sábado 24 de julio de 2010
Poemas de Silvia Braun


Anaïs Nin, en el tomo IV de sus “Diarios”, dice algo que me encanta:”Lo que tiene que decir el poeta es tan frágil como la nieve, pero tan poderoso como el diluvio”. Tu poesía Silvia se corresponde hermosamente con esta afirmación rotunda. Las protagonistas de tus poemas componen poderosos y a la vez frágiles arquetipos románticos. “Tus mujeres”, a las que le fabricás una piel, unos ojos, una alegría deshojada en sexo, son aproximaciones a un absoluto: La mujer. En tu blog (www.braunsilvia.blogspot.com) acompañado de hermosas fotos impúdicas y discretas, se devela el desconcierto, el anhelo de presentar esa mujer que, por imposible, se vuelve verdadera.
Leo tus poemas y se me aparece otra Silvia. No la narradora de historias inconfesables, de amores abruptos más allá de la memoria, de señoras que son tan señoras. Otra. Una llena de campanas, de arrebatos, de locas marejadas en un mar de cobijas y pasiones.
Vos decís:”Hasta/ que no me/desnudes/seré otra” o “Hay una sombra/En mi memoria/Que oficia su eterna reverencia/En el vacío exacto/De la herida”.
En tu poesía hay una femineidad rota que la palabra reconstruye, una identidad perdida que la cama no completa. La voz anunciadora, tu voz, anhela ser la que no es pero al mismo tiempo no dejar de ser ella misma. En esa dualidad perenne, armás otras “Silvias” y las derribás. Entre los fragmentos de tu destrucción, das vida a nuevos femeninos destruibles. “Amaso la mitad de la mujer/Que me mira./La nazco de barro/Con ojos de topacio/ Y boca de cencerro./La modelo una vez más./Acabo el filo de sus cejas/El ángulo izquierdo del ojo./El barro reluce./Mis manos estallan/Sobre sus senos/Arqueo su cintura/Envuelvo el pubis/La cadera/Las columnas de sus muslos/Encadeno los tobillos./El barro cruje/Se parte/Se resiste/Se encabrita./El cuerpo se tensa/Se endurece/ Se retuerce./Y me decido”
¿A qué te decidís amiga mía? ¿A ser vos, la que crea, o a ser definitivamente otra que te habita?
Me gusta tu poesía por lo que elude porque al no decir, ese silencio habla por demás, perfila lastimaduras interiores, es desprotegidamente humano.
Siempre estamos viendo el mismo atardecer querida Silvia. Aunque alguno se nos antoje más hermoso que otro. Siempre escribimos el mismo gesto de palabras: un único poema de por vida; una vida en un solo poema.
Publicado por Miguel Ángel Gavilán en 08:13 1 comentarios